La Comunitat necesitará 4.000 médicos más en sólo diez años

18.05.2019

La falta de plazas y la jubilación de buena parte de los especialistas a medio plazo agravará el déficit de las plantillas


«En los próximos años, los hospitales valencianos van a tener un problema tremendo por la falta de especialistas». Así de tajante se muestra Andrés Cánovas, secretario general del Sindicato Médico de la Comunitat (CESM-CV), a la hora de valorar la situación actual y las perspectivas de futuro de los docentes especialistas en la Comunitat. La formación calcula que sería necesario incrementar las plantillas con entre 3.000 y 5.000 nuevos profesionales en los próximos ocho o diez años para contar con un nivel asistencial adecuado en la región, autonomía que, después de Andalucía, presenta el ratio de médicos especialistas por cada 100.000 habitantes más bajo de todo el país, como recoge el estudio 'Estimación de la oferta y la demanda de médicos especialistas. España 2018-2030' del Ministerio de Sanidad.

Las perspectivas de futuro, además, son poco halagüeñas por la cascada de jubilaciones previstas para los próximos años, como alerta Cánovas. Según el citado informe, el 52,6% de los médicos de la sanidad pública valenciana tiene más de 50 años y el 22,1% supera los 60 años, de ahí que o se incrementa el ritmo de reposición de estos especialistas o el sistema público sanitario se verá seriamente amenazado, sobre todo en las especialidades que acumulan un déficit mayor. Pediatría, traumatología, anestesiología, ginecología, medicina familiar, cirugía (especialmente pediátrica y general), alergología, reumatología y geriatría son las áreas que sufren de forma más relevante las carencias de profesionales, según apuntan tanto desde CESM-CV como desde el área sanitaria del sindicato CSIF.

En el ámbito de la enfermería la situación no es mucho mejor, y desde el Sindicato de Enfermería Satse calculan que, para alcanzar los ratios europeos, la Comunitat necesitaría incrementar las plantillas en cerca de 20.000 sanitarios. La región se sitúa la tercera por la cola con los ratios por paciente más bajos.

Sin embargo, no es tan fácil como parece atajar el problema. La respuesta más obvia sería la de reclamar que se incremente el número de plazas de las especialidades médicas, al menos en las áreas más deficitarias, pero como advierten distintos especialistas el problema radica en que «no hay médicos». El portavoz de CESM-CV pone un par de ejemplos. En la Comunitat hay cerca de 200 plazas de pediatra en Atención Primaria (centros de salud) que se han cubierto con médicos de familia al no contar con candidatos especializados en la atención sanitaria a los menores de 15 años; mientras que en algunos ambulatorios valencianos el cupo de tarjetas SIP por facultativo llega a rozar las 2.000 (desde el colectivo médico indican que no es recomendable superar las 1.500). «De los 307 refuerzos prometidos para Primaria, sólo se han podido contratar a algunas enfermeras. Ahora esperan que se queden los residentes que saldrán en mayo», añade Cánovas, quien no tiene demasiadas esperanzas. «Las últimas ofertas de empleo público han servido para convertir en fijos a los interinos, por lo que no ha habido un aumento de la plantilla», apunta, para recalcar que tampoco «están saliendo suficientes plazas MIR para cubrir la gran cantidad de jubilaciones que se está registrando». En esta línea, las alternativas que se presentan ante los médicos recién titulados y listos para ejercer no son todas igual de atractivas. «Los residentes ganan menos de mil euros el primer año», subraya el portavoz.

La región tiene uno de los ratios más bajos de enfermeros y requiere cerca de 20.000 más

En esta línea, el citado informe ministerial ejemplifica que, de media, en España los médicos especialistas ganan unos 54.000 euros al año, frente a los 96.000 que se abonan en Francia, los 126.000 de Alemania, los 131.000 de Reino Unido o los 269.000 de Estados Unidos. Frente a ello, la precariedad laboral del colectivo médico en la Comunitat es especialmente significativa. De hecho, es la región española con el porcentaje de médicos con plaza en propiedad más bajo de todo el país, con el 32,7%, tal y como refleja la 'Encuesta sobre la situación de la profesión médica en España' elaborada por la Organización Médica Colegial de España en colaboración con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos. «Hay muchos médicos con contratos basura, a tiempo parcial, de fin de semana... y la mayoría de ellos no tiene la especialidad», agrega Cánovas.

Además, otro dato refuerza el planteamiento de la falta de profesionales de determinadas áreas: la reducida tasa de desempleo de las especialidades médicas que, en ámbitos como el de la reumatología, la geriatría o la cirugía pediátrica, por ejemplo, es del 0%. Sólo en especialidades muy concretas, como medicina nuclear, inmunología o hidrología médica superan el 8% de tasa de desempleo, según la citada encuesta. Así las cosas, a la deficiente 'producción' de médicos se suman alternativas mucho más jugosas para los profesionales y unas perspectivas de precariedad a corto plazo que hace no demasiado atractivo desarrollar una carrera profesional en la Comunitat, tal y como indican desde el ámbito sanitario.

Sueldos inferiores a países del entorno y precariedad laboral ahuyentan a los MIR

Para el usuario, esta insuficiente cantidad de doctores especializados en las distintas materias supone, de entrada, mayores esperas para poder someterse a las pruebas diagnósticas que requieren. Esta situación se aprecia, especialmente, en el aumento experimentado en las listas de espera tanto para ser derivados al especialista por el médico especialista como en las demoras para someterse a una intervención quirúrgica. Asimismo, según explican fuentes expertas, estas demoras provocan diagnósticos tardíos, con lo que es más que probable que la dolencia puede agravarse o que surjan complicaciones. En el ámbito de la Atención Primaria, la falta de profesionales ha generado una importante sobresaturación en áreas de salud de Valencia y Alicante, lo que deriva en cambios de ambulatorios para los pacientes con el objetivo de repartir la carga asistencial. Algunas fuentes apuntan que, incluso, se dan casos de ambulancias Samu únicamente atendidas por enfermeros ante el insuficiente número de facultativos especialistas.

Uno de cada tres niños se queda sin pediatra y no hay anestesiólogos en las bolsas

Entre el 30 y el 35% de los niños valencianos son atendidos por médicos de familia ante la falta de pediatras, pese a que «tienen derecho a que los vea un especialista porque nos hemos formado para ser el doctor de menores de 15 años». Fernando García-Sala, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, ejemplifica así la falta de estos profesionales en la Comunitat y achaca estas deficiencias a que las administraciones públicas «no han tenido previsión», por lo que reclama un aumento del número de residentes de pediatría para hacer frente a las próximas jubilaciones. Sobre los refuerzos prometidos por la Conselleria de Sanidad para los centros de salud, este portavoz recuerda que desde el departamento «nos dijeron que llegarían a finales de marzo y no los han puesto. Nos venden humo. Después de Semana Santa tampoco llegaron y ahora dicen que están esperando que acaben los MIR para ofrecerles un contrato de dos años, algo que no es la solución», resume. Asimismo, recuerda que en algunas plazas de pediatra «tienen que atender a varias aldeas y desplazarse con su coche, algo que no es atractivo y que habría que incentivarlo». Además, «cuando un pediatra se pone enfermo, va a un congreso o tiene vacaciones, su compañero tiene que asumir su cupo», una sobrecarga asistencial poco atractiva para estos profesionales. Desde la citada sociedad apuntan que sería necesario incrementar las plantillas en un 30% aproximadamente (unos 60 o 70 profesionales más, al menos) para alcanzar que los pediatras tengan un cupo de unos 900 pacientes como máximo, frente a los 1.400 que llegan a tener en algunos departamentos.

Otra área en la que existe un importante déficit es en el de la anestesiología, especialmente porque el aumento de competencias de estos profesionales no ha venido acompañado por un incremento en las plantillas. Sobre ello, Maite Ibáñez, presidenta de la Sociedad Valenciana de Anestesiología y Reanimación, recuerda que estos profesionales han pasado «de estar en un quirófano y con enfermos críticos a hacer sedaciones en pruebas diagnósticas en digestivo y cardiología, por ejemplo, en biopsias del pulmón o con la epidural en los partos. Para todo lo que duela, nos requieren y todo esto antes no existía». Por tanto, Ibáñez cree que «la previsión de especialistas no se ha actualizado para los requerimientos actuales».

«La situación es tal que en las bolsas de trabajo no hay disponible ni un anestesiólogo en ninguna de las tres provincias», agrega la portavoz de estos profesionales, quien augura que este verano, pese a que «saldrán residentes, probablemente haya contratos estivales que se queden sin cubrir».

Ibáñez, asimismo, señala que la previsión que se había hecho para el número de plazas MIR «a pesar de ampliarse, no se corresponde con la actividad real, puesto que está calculada en función del número de quirófanos y poco más, aunque en la actualidad se llevan a cabo casi más funciones fuera de los quirófanos que dentro».

Desde la citada sociedad creen que para corregir la actual plantilla «infradimensionada» sería necesario incrementar el número de anestesiólogos en 1,5 por puesto de trabajo para poder hacer frente de una forma viable a las guardias, vacaciones, bajas, etc.

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